martes, 3 de mayo de 2011

Hay algo que me gusta de mí, y hablando y compartiendo formas de pensar me he dado cuenta que es algo que no todo el mundo tiene la suerte de disfrutar. Nunca me he considerado una persona especialmente optimista. De hecho suelo ser bastante negativa. O me disfrazo de negativa, nunca he sabido bien cómo soy en ese aspecto.

Yo sé que a lo largo de mi vida he pasado muy malos ratos, y me atrevo a decir que cosas como por las que he pasado otras personas podrían haber caído en una depresión. Sé que soy muy joven y hablar de depresiones a mi edad suena "deprimente", pero también sé que no estoy diciendo ninguna tontería, y es que he conocido a gente que cuando me confesó pensamientos, modos de ver la vida o instintos de su pasado, me dejaron los ojos como platos y la garganta seca. Y sus vivencias no distaban mucho de las mías, todo hay que decirlo.

Pero lo que más me gusta de mí, es que hoy, un tres de mayo de 2011 miro al pasado y no puedo evitar sonreír. No recuerdo malos ratos. Y si los recuerdo pasan por mi mente de forma fugaz y lo único que me hace sentir nudos en el estómago y cosquilleos en el corazón son el recuerdo de los buenos momentos. Las sonrisas, los viajes, las grandes noches, las grandes tardes, los ratos con los amigos, e incluso recuerdos de amores que aquellos días me hacían llorar.

Por eso sé que aunque ahora lo esté pasando mal, llegará un día que todo pasará. Y un tres de mayo de 2012 podré mirar atrás y decir con seguridad que era feliz. Y sabré , con la misma seguridad, que lo voy a seguir siendo.

domingo, 1 de mayo de 2011

Pasa el tiempo y las historias se repiten. Amor por todas partes, parejas emergentes; niñas que nos quitan a quien queremos... pero hay cosas que no cambian, y es que sigo más sola que la una, enamorada de alguien que nunca vendrá a por mí.



Y voy despacio, dando tiempo a que se acorte entre nosotros el espacio.