domingo, 24 de abril de 2011

Hoy es un día de esos en el que una se siente nostálgica y echa de menos a personas.
Hoy pienso mucho en una de ellas que llegó fugazmente y se hizo un hueco muy grande en mi corazón hasta que las cosas se truncaron demasiado y no tuvimos otro remedio que dejarnos marchar el uno al otro.
Hoy echo de menos el día en que nos conocimos. Echo de menos aquella manera en que sin conocerme de nada y sólo por no estar 20 minutos en silencio incómodo empezó a contarme cosas de su vida, de sus amigos, de su familia.
La manera en que me decía "me has abandonado", o "te veo el próximo lunes, porque como ya no te sientas conmigo el resto de los días de la semana..."
El primer día que salimos juntos por la noche y delante de sus amigos me presentó como su "BFF de la Uni".
Las veces que le acompañaba de compras y nos pasábamos largos ratos de tienda en tienda, hablando, riendo como no me he reído con nadie, haciendo el tonto.
Cuando me decía que había pasado el rato más aburrido de su vida conmigo.
Cuando me hacía sus confesiones, y yo le hacía las mías.
Cuando madrugaba para acompañarme a la más mínima tontería y volvía a pasar otro de esos ratos tan aburridos de su vida conmigo.
Sus llamadas telefónicas, sus "te quiero".
Echo de menos incluso el día que empecé a enamorarme de él sin darme cuenta, la noche en que le tuve y la semana en que le perdí, y empecé a añorar todo lo que habíamos tenido y que alguien me arrebató sin miramientos.

Hoy recuerdo, pienso en él mas que nunca.
Y le echo terriblemente de menos.

viernes, 22 de abril de 2011

La descubrí un día. O más bien, la re-descubrí. Hay veces que aprendes, ves, escuchas algo por primera vez y pasa por tu vida fugazmente, sin que apenas le prestes atención. Hay veces que esas cosas nunca vuelven a entrometerse en tu vida. Otras veces sí.

En este caso volvió. Fue un día, poco antes de irme de viaje, un viaje al que también iba una persona que en esos momentos era demasiado especial. Estaba en mi casa, era de noche y empecé a meterme música en el móvil. Entonces la escuché.

Parece ridículo pensar que una canción puede llegar a cambiar la vida de una persona. Al fin y al cabo, ¿qué es una canción? Pero a mí me la cambió. De repente pasó una ráfaga de imágenes y pensamientos por mi cabeza, y de repente lo vi todo más claro. Vi claro que bueno, me estaban saliendo mal las cosas, pero no tenía que hundirme. Vi claro que se acabó el sufrir, que si tenía que ser sería, y si no, pues nunca sería. Y que eso no podía afectarme, porque yo era una persona feliz con una vida casi perfecta. Por una simple canción.

He podido llegar a sentirme identificada con muchas canciones, llorar con ellas, bailar con ellas. De algunas me aburrí al poco tiempo, otras siguen acompañándome hoy en día. Pero nunca, nunca jamás ninguna canción había hecho sacar una fuerza tan intensa y tan extraña de mí. Como si me empujara, como si estuviera siempre a mi lado diciéndome "Vive, vive, vive y sé feliz".


martes, 19 de abril de 2011

Hoy vuelvo a tener esa sensación de rutina y monotonía, sigo necesitando un cambio y no lo consigo. Qué sensación tan desagradable.

viernes, 15 de abril de 2011

Parece que hoy, después de algún tiempo de "semi-oscuridad", las cosas empiezan a ir bien. Tenía una sensación y, por muy increíble que suene, por fin me ha pasado algo bueno, y es que ¡he aprobado el examen de conducir! Después de haberlo intentado muchas (demasiadas) veces. Al final la vida es un ciclo: Cuando algo va muy bien hay que empezar a desconfiar porque en cualquier momento llega la estacada. Y cuando crees que va mal hay que intentar salir con la esperanza de que pronto volverá una buena época.

Siempre que pienso en esto se me viene a la cabeza una cosa, las crisis del Capitalismo y es que al final todo en la vida resulta ser, como he dicho, un ciclo (y, por qué no decirlo, también es que he aprendido a salir yo sola de los momentos duros y a no hundirme). Espero que siga siendo así y que no llegue el día en que empiece a irme todo mal, pero mal de verdad. Porque también es que nos gusta mucho quejarnos por vicio cuando tenemos una vida medianamente buena así que he decidido que voy a disfrutar de lo que tengo, que no es poco.

Y por lo pronto, a esperar 15 días a que me den mi provisional, ¡qué nervios! Pero bueno en cuanto coja la carretera, ya podéis ir huyendo de mí.

jueves, 14 de abril de 2011

Tengo el cuarto hecho un desastre, se me ha quedado atrancada la persiana.

Tengo dos libros voluntarios por leer, otros tres obligatorios. Tres o cuatro trabajos pesados, y no sé cuantos exámenes a la vista.

Tengo un pinchazo que no me deja vivir porque sigo sufriendo por una persona con la que ni hablo, que además está enamorada de otra que... en fin. Seguiría soltando sapos y culebras por esta boquita linda, pero prefiero no meterme en líos no sea que, con el cariño que me tiene "esa persona de ahí arriba" se de el caso de que este blog llegue a sus manos. Es difícil y sería raro, sí, pero cosas más extrañas me han pasado.
...
El caso es que ha pasado un rato desde que he empezado a escribir la entrada, y en ese rato ha tenido lugar una conversación bastante horrible. Así que como ahora mismo no tengo ganas de nada, lo dejo así y punto.

Pero bueno, no todo es de color negro y siempre hay algo que celebrar.
¡Feliz catorce de abril!

martes, 12 de abril de 2011

Creo que estos días atrás han sido los días. Sí.
Han sido los días de darse cuenta de que no merece la pena sufrir por alguien que por sí mismo no merece la pena.
Alguien que se porta mal, que va pregonando a los cuatro vientos cosas que sabe que en estos momentos me va a doler como ninguna otra.

Han sido los días de darse cuenta de que la vida sólo se vive una vez. Que si otra persona quiere hacerme daño, yo no me voy a dejar. Que si simplemente me hace daño porque (como diría en mi día a día) pasa bastamente de mi culo y no se da cuenta, tampoco me voy a dejar.

Han sido los días de darse cuenta de que hay que sonreír, disfrutar de los amigos, el sol, las risas, y esas pequeñas cosas que hacen que quiera seguir viviendo y cada día más.

Han sido los días de mandar a "ese sitio", de borrón y cuenta nueva; los días de decidir, que si quieres algo vas a venir , porque no me pienso arrastrar ni un segundo más.

Y hoy... sí, hoy ha sido el día de asumir que puede que ese momento puede llegar mañana. Puede llegar dentro de seis meses. Puede no llegar nunca. Pero una cosa tengo muy clara: No estaré esperando.
Es el mejor momento; sentir, cambiar de nombre tantas cosas, y olvidar algunas caras en el cementerio del pasado.

miércoles, 6 de abril de 2011

Y entonces abres los ojos y te das cuenta de que todo se ha acabado.
Y qué rabia da ver cómo se degrada una relación de esta manera.
Qué rabia da ver como alguien que había sido tan importante para ti (y que todavía lo es) de repente pasa a no mirarte, a no hablarte. O a hablarte sin mirarte.
Qué rabia da ver cómo te conviertes en el peor error de una persona.

A veces es difícil asumir cuándo ya no hay nada que hacer. O quizá no sea tan tarde como crees...

Pues es verdad, es posible que no sea tan tarde. Pero, personalmente creo que esto ha llegado a su límite. Me está costando demasiado asumirlo, pero como bien me dijo alguien un día:

"¿Personas importantísimas que iban a estar siempre ahí y luego te fallan? A montones"

Así que supongo que sólo se trata de quitarse la tontería de encima... y olvidar. Al fin y al cabo, si me tratas así cuando te parece, no te importaré tanto como parecía.
Le hizo un trato al colchón, con su espuma se forró el corazón; Que anoche era de piedra, y al alba era de mimbre, que se dobla antes que partirse.