viernes, 14 de octubre de 2011

Las 5 estaciones

El año pasado escribí un texto, cuando aún las estaciones funcionaban como ha hecho toda la vida. Ahora, con estos calores a mediados de octubre, probablemente no tenga ni sentido. Pero yo lo pongo igual, porque me ayuda a seguir esperanzada :)

Yo tengo 5 estaciones.

La primavera empieza la primera semana de febrero y se acaba la tercera de mayo.
El verano, empieza la tercera semana de mayo y se acaba en la primera de septiembre.
El otoño empieza la primera semana de septiembre y se acaba a finales de noviembre.
El invierno bonito empieza la primera semana de diciembre y se acaba el día de mi cumpleaños.
El invierno feo empieza el día siguiente al día de mi cumpleaños y se acaba la primera semana de febrero.

La mejor. La mejor es la primavera, es súper bonita. Dicen que en primavera las hormonas se disparan (¿?) yo de eso ni idea, yo sólo sé que de repente te sientes súper optimista, porque los días se van haciendo cada vez más largos, y sales de casa, y miras alrededor y sonríes, incluso a quienes intentan hundirte, porque tienes tanta energía de repente que intenten lo que intenten no lo van a conseguir. Y vas por la calle y ves a la gente feliz porque el invierno se acaba, porque los niños pueden ir a jugar al parque sin helarse de frío, porque ya no da pereza ir al retiro a dar una vuelta, porque no hace ni frío ni calor. Eso sí que da gusto.

El verano me gusta, porque no hay nada que me guste más que ir a la playa, hace calor, y te relajas porque no tienes nada que hacer. Pero lo mejor de todo es pasar toodo ese tiempo libre con los amigos, por ejemplo, y retomar contacto con gente especial a la que no veías desde hacía un montón de tiempo. Y conocer a gente genial con la que compartes un montón de cosas, que luego se hacen un hueco enorme en el corazón.

... Luego llega el otoño, esa quizá sea un poquito peor. Siempre hay una estación un poquito peor entre buena y buena. Aquí se acaban las vacaciones, los días se empiezan a hacer más cortos y agobia más porque no terminas de acostumbrarte (a ver, después del pedazo verano que te has pegado...) empieza el curso, los exámenes, empiezas a salir menos habitualmente...
Te sientes un poco más sola. Te pones más ñoña, más tonta, más triste...

Pero después del otoño llega el invierno bonito. El invierno bonito es ese en el que la gente está contenta, porque es víspera de navidad, porque hay luces en la calle, porque la gente tiene tiempo otra vez para salir a dar una vuelta, para contarte qué tal le va. Hay vacaciones, y la gente sonríe sin ningún motivo, porque la felicidad se contagia. Hay un montón de fiestas, cenas, comidas, y cumpleaños. Mmm... creo que ésta es mi favorita. Incluso antes que la primavera (siempre he tenido esa duda). Además, es mi cumpleaños (eso da muchos puntos a favor).

Y sin duda alguna, la peor parte del año, es esa transición entre invierno y primavera, a la que yo llamo invierno feo. No hay absolutamente nada. Sólo exámenes, estrés, y cuestas de enero y enfados por todas partes.
Para lo único que sirve, en mi opinión, es para tener consciencia y disfrutar de lo absolutamente encantadoras que son el resto.